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El Ojo de Sevilla

02 noviembre 2006

"Mantas por las aceras"
Por todos es sabido que el conocido por “top manta” es un problema. Es un problema para las tiendas, que tienen que consentir que se les planten delante de sus escaparates. Es un problema para las discográficas y distribuidoras. Es un problema para los cantantes y actores de turno. Es un problema, a fin de cuentas, profundo y con malas perspectivas.
Pero que nadie se lleve a engaños. No es un problema de inmigración, por muy diversos que sean los orígenes de los tenderos (¿o habría que llamarlos “manteros”?). Y que nos pretendan responsabilizarnos a los consumidores y usuarios. Es lógico comprar más barato lo que en otros sitios es más caro. Pero tampoco voy a defender dicha opción, a fin de cuentas es comprar mercancía robada.
La responsabilidad real recae, sobretodo, en dos partes: por un lado, los “jefazos” (por llamarlos de alguna manera, pues “mafia” sería otorgarles un prestigio, dudoso, pero prestigio a fin de cuentas), gente sin escrúpulo que explota a una mano de obra barata y coaccionada; y por otro lado, nuestros gobernantes. Que nadie se engañe, cuando les interesa que en determinadas fechas no haya manta que cubra acera, mandan a una pareja de la policía para que se paseen, literalmente, por las distintas calles estratégicas. Y por allí no aparece ni un pañuelo en el suelo. El resto del año, ¡ah!...
Ahora, y sin pretender ser insensible con las cientos de familias “sin papeles” que viven en nuestra ciudad, destaco otro problema: la masificación. Es tremendo, cuando estos “manteros” colocan sus tiendas en las aceras, no hay forma de caminar correctamente. Dejan un pasillo de metro y medio por el que tiene que transcurrir la multitud, agolpándose, tropezando, casi obligada a comprar para poder avanzar. Uno llega a plantearse buscar una ruta alternativa, y eso, en ocasiones y aunque parezca mentira, resulta casi imposible.