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El Ojo de Sevilla

29 abril 2007

Farolas del Barrio de Santa Cruz… ¿farolas?

Uno ya no sabe si Sevilla es “la ciudad de las personas” o “la construcción de un sueño”, pero no entiendo a qué tipo de personas se refiere el primer eslogan y no quiero imaginar qué sueñan. En otro de mis habituales paseos por el centro de la ciudad he descubierto algo que aún me cuesta digerir. Las farolas de mi ciudad, de nuestra ciudad, están siendo sustituidas por otras abrumadoramente feas. Nadie con un poco de sentido común puede decir lo contrario. Las nuevas farolas son feas hasta ponerse a llorar. Y no me refiero a las farolas de San Fernando, de esas ya se habló, o de la Plaza del Pan. Hablo de las farolas clásicas, y típicas, del casco histórico de la ciudad. Esas que descansan sobre los muros de las casas. Esas que han servido de símbolo para la última cumbre de la OTAN en Sevilla. Esas que utilizo yo mismo en mi blog como símbolo propio de la ciudad. Esas que sencillamente forman parte de la historia de Sevilla.
Parece una broma pesada, ¿verdad? Pues no. Como ya nos tiene acostumbrado este Ayuntamiento, todo lo que parece una broma pesada es la pura realidad. Aún tengo que informarme bien pues hasta ahora solo sé lo que he visto. Lo que menos me extraña es que se haya hecho en Feria. Un momento en el que los sevillanos estamos distraídos. A escondidas. Me gustaría pensar que la razón es porque las están arreglando, limpiando o lo que sea. No sé, pero desde luego no quiero imaginar que lo que mis ojos han visto sea lo que nos espera definitivamente.

Tan incrédulo estaba que hice unas cuantas fotografías. Mi indignación me impide expresar todo lo que pasa por mi cabeza. ¿Dónde está el buen gusto? ¿Dónde el sentido común? Y todavía más importante, ¿cómo es que nadie dice nada?
Los sevillanos estamos acostumbrados a tragar con lo que
sea, y a los hechos me remito. Invito a todos los sevillanos a manifestar su rechazo a este cambio de farolas a través de este blog.