¡Ojú, qué caló!

Parece que la temperatura en Sevilla aumenta. A pesar de las lluvias y el granizo, el ambiente se caldea por momentos y los autobuses "rojos", a pesar de no querer que los "verdes" pasen a ser de su mismo color (¿quién nos iba a decir que semejantes colores no iban a encajar alguna vez?), consiguen darles, al menos, tonalidades rojizas... aunque sea a base de fuego. Y claro, mi móvil y yo (y esa manía que tengo de hacer fotos), nos topamos con uno de los "verdes" en plena fiesta.
Yo comprendo a los conductores de Tussam, pero no comparto su forma de protesta... aunque claro, con este Excelentísimo que a ninguno de los transportes públicos tiene contentos, cualquiera trata de hacer las cosas de manera civilizada, que es como yo entiendo que se deben hacer las cosas.
Dicho queda.