Un tranvía todo terreno
¿Qué falló?. Pues es evidente, lo que lleva fallando desde hace ya casi cuatro años: la planificación. Resulta que han "metido" el Tranvía (¡¡que no es un Metro!!) en la Plaza Nueva y lo han "sacado" como los niños lo harían: a golpes. Golpes no con el Tranvía (¡que no Metro!), sino con el andén donde debe parar, pues impedía el paso y chocaba. ¿Y por qué chocaba? Pues porque la improvisación es el lema del Excelentísimo.
¿Y por qué solución se optó? ¡Qué pregunta más tonta, pues por la improvisación! Llamaron a un par de operarios ¡y ala!, a las 2 de la madrugada, martillo eléctrico en mano, derribaron un adoquín, y luego otro y otro... y así hasta que el Tranvía (¡...!) consiguió pasar.
¡Ea! Ya todos contentos y a seguir improvisando... digo... ¡gobernando!
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